Sobre nosotros

Una chica debe ser dos cosas: elegante y fabulosa. Estoy convencida de que la sencillez puede ser un lujo. Quería vestir a la mujer que vive y trabaja, no a la mujer de un cuadro. Es difícil encontrar el equilibrio. Siempre es un reto. Mis relaciones con productores y fotógrafos son relaciones que me han llevado años. No puedo dejarme llevar por el mundo de la fama, porque me parece de mal gusto. Mi objetivo es que los pobres parezcan ricos y los ricos, pobres. La vanidad es lo más sano que hay en la vida. Creo que mi ropa puede mejorar la imagen que la gente tiene de sí misma, que puede aumentar su confianza y felicidad. Se puede esconder mucho tras la teatralidad, y ya no necesito hacerlo. La verdad es que no sé cómo diseñar ropa informal.